La Criolla Chica, una cepa de calidad
La Criolla Chica ha logrado un reconocimiento significativo en el mundo vitivinícola de Argentina, al ser incluida en el listado de variedades aptas para la producción de vinos de calidad. Este importante paso fue determinado a través de la resolución n° 30 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), que fue emitida en agosto de 2024. Con esta inclusión, la Criolla Chica ahora tiene la posibilidad de obtener una Indicación Geográfica (IG) y/o una Denominación de Origen Controlada (DOC), lo que valida su potencial para producir vinos de calidad con características distintivas.
Aunque su producción representa solo el 0,1% de la cosecha nacional, con 13.663 quintales (aproximadamente 1,4 millones de botellas), la inclusión de la Criolla Chica en el listado de variedades autorizadas resalta su importancia como una cepa autóctona que puede ofrecer vinos tintos de calidad. La resolución del INV señala que, gracias a la composición polifenólica antociánica de la uva y a las prácticas enológicas permitidas, es posible elaborar vinos tintos destacados a partir de esta variedad.
Bodega El Bayeh: La Criolla en la Quebrada de Humahuaca
Bodega El Bayeh, ubicada en la Quebrada de Humahuaca, ha sido una de las primeras en apostar por la Criolla Chica como una de sus cepas destacadas. Dirigida por la familia Manzur y asesorada por el enólogo Matías Michelini, la bodega se ha especializado en la producción de vinos de alta calidad a partir de pequeñas cosechas que reflejan el terruño de la región.
En sus fincas de Ollantay (Maimará) y Los Faldeos (Huacalera), la bodega ha plantado diversas variedades, como Malbec, Cabernet Franc, Chardonnay y Sauvignon Blanc, pero fue la Criolla la que llamó la atención de Michelini para ser la base de la primera producción de vino. El resultado fue la línea *Pequeños Parceleros*, que recoge las historias y tradiciones de la Quebrada de Humahuaca, con etiquetas que mencionan localidades como Maimará, Tilcara y Purmamarca. Sin embargo, en el futuro, todas estas referencias serán unificadas bajo el nombre de la Quebrada de Humahuaca.
Con el apoyo de los habitantes de la región, quienes aportaron uvas de sus propios viñedos, los Manzur lograron reunir 10.000 kilos de uva Criolla para elaborar su vino emblemático. Este esfuerzo conjunto resalta la importancia de la comunidad local y su dedicación a preservar las tradiciones vitivinícolas de la región.
“Hola Vino” con la Criolla como Protagonista
Para los interesados en conocer más sobre la uva Criolla y su historia, el evento “Hola Vino” ofrece una excelente oportunidad. Guiada por la sommelier Agustina de Alba, esta experiencia tendrá lugar el 24 de noviembre en Ciudad Cultural Konex, y se centrará en las criollas de la Quebrada de Humahuaca, especialmente las producidas por Bodega El Bayeh.
Durante el evento, los asistentes aprenderán sobre los orígenes y la evolución de esta variedad autóctona, que ha pasado de ser utilizada principalmente para consumo local o vino de mesa, a ser reconocida por su calidad. Además, se contará con la participación de Matías Michelini y Daniel Manzur, quienes compartirán sus conocimientos y experiencias personales sobre la producción de estos vinos únicos.
La inclusión de la Criolla Chica en el catálogo de variedades aptas para vinos de calidad es solo uno de los muchos pasos hacia la revalorización de las cepas autóctonas en Argentina. Con iniciativas como las de Bodega El Bayeh, la Criolla se establece como una pieza clave en la viticultura argentina, ofreciendo vinos que cuentan una historia única y representan el terruño de una de las regiones más pintorescas del país.