Zaragoza y su imponente plaza del Pilar
Cada 12 de octubre se vive con fervor en la ciudad española de Zaragoza. Esa jornada a nivel nacional es el Día de la Hispanidad, al coincidir con la fecha en que Colón llegó a América. Pero a nivel local tiene un sentimiento más profundo, porque se celebra por todo lo alto la fiesta de la Virgen del Pilar.
Ese día en la plaza del Pilar tiene lugar uno de los actos más masivos que se puedan imaginar. Año tras año llegan unas 400.000 personas ataviadas con el traje regional. Un desfile multitudinario que dura horas y todos llevan un ramo de flores. Entre todos ofrecen más de 8 millones de flores para componer una colorida pirámide en cuya cúspide aparece la imagen de la Virgen.
De esta manera la plaza frente a la Basílica del Pilar es un trasiego constante de zaragozanos y visitantes, venidos de cualquier parte del mundo. Todos caben, al fin y al cabo esta plaza de Zaragoza es el espacio peatonal más amplio de la Unión Europea.
Tras depositar las flores se suele entrar a la Basílica. Un gran templo construido a lo largo de siglos y donde hay obras de arte de primer nivel. Entre ellas, techos pintados por el mismísimo Goya, quién pasó su infancia y parte de su juventud aquí. De hecho nació en el pueblecito de Fuendetodos, a unos 50 kilómetros, pero él siempre se consideró maño, que es como se llama a las gentes de Zaragoza.
Por cierto, este templo se integra en la ruta Mariana. Una peregrinación que realizan muchos fieles cada año. Semejante ruta une cinco iglesias situadas en torno a la cordillera de los Pirineos, y son templos repartidos entre Francia, Andorra y por supuesto España. Queda claro que el Pilar alcanza enorme importancia. Tanta que pese a su inicial categoría de basílica, en la actualidad posee el rango de catedral. Algo que supone un hito, ya que es la única ciudad del mundo que posee dos catedrales en uso, el Pilar y la vecina Catedral de San Salvador, popularmente conocida como la Seo, que también se ubica en la misma plaza.
Todo el año es un espectáculo recorrer este trocito de la ciudad y luego darle la vuelta a la Basílica para acercarse al río Ebro. Una zona con 2.000 años de historia, ya que aquí se asentaron los romanos en tiempos del emperador Augusto. Y todavía hoy quedan restos arqueológicos, como el viejo foro romano junto a la catedral cristiana.
Esas piedras bimilenarias se hallan en un extremo de la plaza, mientras que en el contrario se recuerda a los países hermanos del otro lado del charco. Un gran globo terráqueo anticipa una curiosa fuente que, si la pudiéramos ver desde las alturas, se comprobaría que evoca el perfil de Latinoamérica, desde México hasta el cono sur de Argentina y Chile.
En definitiva, cualquier fecha del calendario es buena para visitar la plaza del Pilar, pero el 12 de octubre es el momento más espectacular. Contemplar cómo crece la pirámide floral es un auténtico show, en el que además de no deja de sonar el folklore local. Pero también hay canciones y dances de otros lugares de España y de mucho más lejos. Especialmente de Latinoamérica, ya que muchos grupos de venezolanos, colombianos, mexicanos, ecuatorianos, etc… visitan ese día el Pilar vistiendo sus trajes típicos y llevando flores a los pies de la patrona de la Hispanidad.
Por. Armando Cerra
Fotografía: Mónica Grimal