
Turismo slow en Colombia: explora el país a otro ritmo
El turismo slow ha emergido como una de las tendencias más importantes del sector en los últimos años. Se trata de una forma de viajar que invita a desacelerar, a vivir cada destino con calma, autenticidad y conexión. En este nuevo paradigma, Colombia se posiciona como un destino ideal gracias a su riqueza cultural, biodiversidad y calidez humana.
¿Qué es el turismo slow?
Inspirado en el movimiento Slow Food nacido en Italia, el turismo slow promueve viajes con menor impacto ambiental, más sostenibles y con una conexión real con los destinos. Esta filosofía busca reducir la velocidad del viaje para maximizar la experiencia: menos lugares, más profundidad.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el 74 % de los viajeros globales desean experiencias más sostenibles y auténticas. El 65 % prioriza los destinos donde pueda conectarse con la cultura local. Estos datos refuerzan el auge del slow travel, especialmente en países con una oferta cultural y natural tan diversa como Colombia.
Beneficios del turismo slow
-
Mayor conexión con las tradiciones y la historia local.
-
Apoyo directo a comunidades y emprendimientos regionales.
-
Reducción de la huella ambiental del turismo.
-
Experiencias más significativas, personales y transformadoras.
Tres destinos perfectos para hacer turismo slow en Colombia
1. Santander: historia, paisajes y bienestar
Región ideal para desconectar y reconectar. Desde Bucaramanga hasta Barichara y Girón, Santander ofrece historia viva, arquitectura colonial, gastronomía típica y naturaleza impactante. Actividades como caminatas por el Cañón del Chicamocha, talleres artesanales o clases de pilates en entornos rurales son solo algunas opciones para un viaje consciente.
“Santander invita a detenerse y disfrutar cada detalle”, comenta María Alejandra Castillo, Gerente del Hotel Punta Diamante.
2. Mompox: un viaje al pasado colombiano
Santa Cruz de Mompox, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un paraíso slow por excelencia. Ubicada a orillas del río Magdalena, permite explorar a pie sus calles empedradas, talleres de filigrana, iglesias coloniales y su vibrante vida cultural. Un paseo en lancha por la ciénaga de Pijiño es una experiencia imperdible para los amantes de la naturaleza.
3. Nuquí: desconexión total en el Pacífico colombiano
Para los que buscan naturaleza en estado puro, Nuquí, en el Chocó, es un refugio de paz. Playas vírgenes, selvas tropicales y comunidades afrodescendientes e indígenas ofrecen experiencias únicas: caminatas hacia la Cascada del Amor, avistamiento de ballenas jorobadas o talleres de cocina tradicional del Pacífico son parte del encanto.
Consejos para disfrutar del turismo slow en Colombia
-
Planifica con flexibilidad: permite que el destino te sorprenda.
-
Elige alojamientos sostenibles y locales.
-
Conéctate con la comunidad: participa en actividades auténticas y culturales.
-
Desconéctate de lo digital: vive el presente sin distracciones.
Colombia, destino clave del turismo slow
Con su diversidad de paisajes, sabores, tradiciones y hospitalidad, Colombia se consolida como un destino perfecto para el turismo slow. Es una invitación a vivir con los cinco sentidos, a viajar sin prisa y con propósito.