“Decidí que la aventura era la mejor manera de aprender a escribir”, esas serían las palabras que se dibujarían en los ojos de Lloyd Alexander si estuviera leyendo un texto que se tratara de aguantar una banda de aves sobrevolando por encima de la cabeza, o de sentirse acorralado por murallas de más de seis metros de alto. Sin duda alguna, el escritor estadounidense sentiría afinidad con este tipo de vivencias, las cuales se pueden experimentar en Buitrago de Lozoya, municipio ubicado al norte de la Comunidad de Madrid.
Llevándose el premio como el tercer pueblo más hermosos de españa, según National Geographic, caminar por las calles de Lozoya es transportarse a la época medieval, es estar en un recinto amurallado de más de 800 metros y vivir divididos entre lagos y universos boscosos. Pero también es entender que los animales aquí son los reyes.
Las aves, adaptando casi la posición de Drogon en GOT, marcan su territorio a través de sus cantos casi eternos, sumándole de esta manera magia al lugar. Esa misma que hace conexión directa con su muralla, la cual parece que tomara vida y se encargara de resguardar a quien habita dentro de sus enormes piedras.
Si se entrecierran los ojos pareciera, de lejos, que adoptara una característica del pueblo fantasma de la película japonesa El viaje de Chihiro, pues esconde un secreto que pocos conocen. Debajo de los imponentes muros de Buitrago de Lozoya existe un red de túneles ocultos que utilizaban los más adinerados de la época con el objetivo de hacer lo que quisieran. Lo utilizaban a su antojo.
Este pueblo no es para todo el mundo, solamente para quienes son capaces de cambiar el ruido citadino por el canto del agua chocando con las piedras, el silbido de los árboles con el viento y, claro, la aventura de descubrir sus secretos. Si es así, tu perfil se adapta a este destino.
Por. Michael Chabur
Fotografía: Jose María Sanz y Pueblosde.es
