Venecia, la ciudad acuática que enamora
La particularidad de estar sumergida en el agua, la impresionante estructura de sus regios edificios, iglesias, plazas, monumentos, canales, puentes y callejuelas; así como el toque romántico y ensoñador que le confieren las góndolas, botes, barcas y lanchas que sustituyen a los automóviles como medio de transporte, convierten a Venecia en una ciudad acuática que enamora.
Fundación y división territorial
Esta histórica metrópoli, también conocida como la “Ciudad de las Góndolas”; actual capital de la región de Véneta, situada al norte de Italia y definida como el epicentro del auténtico romanticismo, constituye hoy la gala del turismo en esa ciudad europea. Fue levantada sobre un archipiélago de 118 pequeñas islas (incluidas Murano y Burano) unidas por 455 puentes.
Su fundación se remonta al siglo V, bajo el gobierno del Imperio Romano, para lo cual se aprovechó la protección contra los ataques de los pueblos germanos que ofrecía el territorio que ocupa. Tras independizarse de Constantinopla se especializó en navegación y por el poderío marítimo que desarrolló pudo dominar el comercio mediterráneo.
Venecia, que desde su nacimiento ha sufrido inundaciones periódicas, está dividida en seis áreas o “sestiere: Castello, Dorsoduro, San Marco, San Polo, Santa Croce y algunos de los “campi” (plazas) más famosos, rodeados por maravillosos edificios religiosos y aristocráticos.
Para ir hasta allá se atraviesa el Puente de la Libertad, ubicado en la vecina ciudad de Mestre y al llegar vivirás la indescriptible sensación que se siente al navegar en las románticas góndolas por las aguas que la circundan, o tomar un taxi-lancha hasta una de las islitas aledañas.
Lugares más visitados
Su centro histórico, declarado como patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), así como la Plaza San Marcos, llamada el “Corazón de Venecia”, que es la más afamada y vasta de esa comarca y la cual alberga edificios y monumentos como la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el Museo Correr, el Campanile y la Torre dell’Orologio, por solo mencionar algunas de sus fascinantes atracciones.
Puentes que la atraviesan
El Puente de Rialto: Es el viaducto más antiguo, popular y de mayor extensión. Conduce al Mercado de Rialto, lugar donde se comercializan frutas y verduras y fue edificado tras el derrumbe del anterior, el cual estaba construido en madera.
El Puente de los Suspiros: Su decoración basada en motivos barrocos y en piedras de istria (roca caliza compacta microcristalina con baja porosidad) le concede un inconmensurable atractivo estético. Se conecta al Palacio Ducal, donde eran procesados los acusados y quienes suspiraban al enterarse que habían sido condenados a muchos años de prisión. De ahí surge su nombre.
El Puente de los Descalzos: También denominado Puente de la Estación o Puente de la Ferrovía (por su cercanía con la estación ferroviaria de Santa Lucía). Se comenzó a construir en 1932 y fue inaugurado en 1934. Posee un solo arco cimentado totalmente en piedra de istria.
Puente de la Constitución: Posee un diseño creado por el ingeniero español Santiago Calatrava y comunica a Piazzale Roma con la estación de trenes Santa Lucia. En principios le designó como Puente sobre el Canal Grande o Puente de Calatrava y su construcción desató polémicas, pues el proyecto original no contemplaba el acceso a personas con movilidad reducida, debido a los retrasos surgidos con relación al plazo inicial y por la triplicación del precio estimado.
Pasear en góndola:
Así como en muchas ciudades del mundo los turistas quieren hacer un recorrido en coche; en Venecia, todo visitante se anima a dar un paseo en el símbolo universal, ícono y esencia de este terruño italiano: las góndolas, que son propulsadas por expertos y fornidos remeros (gondoleros).
Por por un pago adicional puedes contratar a un músico y un cantante que viajarán contigo en estos artesanales medios de transporte acuático, quienes con ritmo y melodías ensancharán el placer que produce vivir este minicrucero que siempre resulta satisfactorio, sin importar la hora o el área en que hagas el recorrido.
¿Por qué visitar a Venecia?
Porque es un “museo al aire libre”, una ciudad singular que por sus características particulares, incuestionable belleza, múltiples facilidades e impresionante historia resulta una de las mejores opciones al momento de elegir tu próximo destino de vacaciones.
Porque resulta una experiencia inolvidable y, además, allí no te puedes perder, ya que su poca extensión territorial y el hecho de ser totalmente peatonal, sin tráfico rodado en su interior, contribuye a que resulte tan fácil recorrerla a pie y sin importar las vueltas que des siempre llegas ¡a la Plaza San Marcos.
No pierdas tiempo, planea ya tu visita a Venecia, para que puedas admirar sus monumentos, impactantes paisajes naturales, sus extraordinarias construcciones, disfrutar su romántico ambiente y conocer de cerca su particular estilo de vida.
Por. Sarah Pérez