Chillida Leku: El museo en el que dialogan el hierro y la naturaleza
En un mundo donde el arte a menudo se encuentra confinado a las paredes de las galerías, Chillida Leku se destaca como un refugio de libertad creativa y conexión profunda con la naturaleza, ofreciendo una experiencia que es, en todos los sentidos, monumental.
Desde lejos se divisan las imponentes esculturas de hierro forjado y granito del gran artista vasco Eduardo Chillida entrelazando historia y cultura en medio de los verdes paisajes de Guipúzcoa. En Hernani, una localidad cercana a San Sebastián, se erige Chillida Leku, un museo único dedicado a la obra del escultor, que este año celebra el centenario de su nacimiento con una muestra amplia procedente de la Colección Telefónica y piezas propias del museo de los años 1990 y 2000.
La obra más fotografiada del artista es “El peine del viento”, ubicada frente al mar en San Sebastián, pero también se pueden encontrar piezas monumentales en casi una veintena de países, formando parte del paisaje urbano o de los museos tradicionales como en Alemania, Suecia, Francia o Estados Unidos. Cabe destacar “Buscando la luz”, la última obra de gran tamaño del artista que fue realizada en 1997 y ubicada en 2002 en la ‘Pinakothek der Moderne’, un museo de arte contemporáneo en Múnich, o “Berlín”, la gran escultura de acero situada frente a la Cancillería en la capital alemana.
El lugar de Chillida
Chillida Leku, que significa «El lugar de Chillida» en euskera, fue inaugurado en 2000 y es mucho más que un museo convencional, ya que se encuentra al aire libre y las esculturas de hierro y granito se dispersan armoniosamente en el paisaje, integrándose con los árboles, el césped y el cielo abierto.
Situado en una antigua finca de 11 hectáreas en Hernani, su estructura principal es el caserío Zabalaga, una construcción del siglo XVI que ha sido cuidadosamente restaurada con la idea de preservar su identidad e introducir espacio en su interior para albergar una colección enorme de esculturas y dibujos del maestro vasco. Sin embargo, lo que realmente distingue a Chillida Leku es su concepto: las esculturas no están confinadas dentro de las paredes de una galería; en su lugar, se despliegan en el exterior, interactuando con la luz cambiante del día, la lluvia y el viento. Este enfoque permite a los visitantes experimentar las obras desde diferentes perspectivas, destacando su monumentalidad, su poesía y su diálogo continuo con el espacio circundante.
Eduardo Chillida nació en San Sebastián el 10 de enero de 1924 y murió en la misma ciudad el 19 de agosto de 2002; su gran amor y compañera de vida fue Pilar Belzunce, con quien tuvo ocho hijos y 27 nietos. Uno de ellos, Mikel Chillida, director de desarrollo del museo dedicado al artista, nos recibe para guiarnos a través de esta impresionante colección de esculturas y dibujos, y hablarnos de su abuelo, el aitona, que tenía vocación de compartir para que su obra fuera de todos y recuerda una de sus frases favoritas: «lo que es de uno, es casi de nadie». Chillida estaba interesado en preguntar y experimentar, en buscabar la belleza y la armonía respetando los materiales con los que trabajaba, y buscando en ellos su propio latir para que, después de crear sus esculturas, el material les diera su pincelada final.
Un recorrido por la obra de Chillida
El jardín de este museo nos ofrece una experiencia inmersiva que conecta el arte con la naturaleza. Las piezas se pueden tocar para sentir las diferentes texturas, entrar en ellas y formar parte del espacio o contemplar su diálogo con el ambiente.
En sus obras hay un juego de vacío-lleno, de pliegues y repliegues, de luces y sombras y una amalgama de fortaleza y volatilidad, nos explica Mikel Chillida.
Al caminar por los senderos de Chillida Leku, contemplamos algunas de las piezas más emblemáticas del artista, como “Peine del Viento XV“, una obra monumental que desafía el horizonte con su estructura robusta y etérea al mismo tiempo; El arco de la libertad, una obra que estaba prevista para una plaza en París y que se quedó en el museo; Besarkada XIV, Homenaje a Braque, Esertoki III, o el Homenaje a Balenciaga, en la que entabla un diálogo con el modisto guipuzcoano a quien le unían lazos de amistad y artísticos.
En las renovadas instalaciones del caserío Zabalaga, las exposiciones temporales y permanentes nos ofrecen una visión más íntima del proceso creativo de Chillida, y la evolución de su pensamiento artístico a través de dibujos, maquetas y obras en menor escala.
Chillida Leku no es solo un lugar para admirar el arte, nos explica el nieto del escultor, sino también un espacio para la reflexión y el diálogo. Desde su reapertura en 2019 bajo la gestión conjunta de la familia Chillida y la galería suiza Hauser & Wirth, este museo ha experimentado una revitalización que ha atraído a nuevos públicos y ha reforzado su posición como un referente cultural.
Uno de los grandes hitos de la conmemoración del Centenario de Eduardo Chillida es 100 años de Eduardo Chillida con la Colección Telefónica, exposición se desarrolla en el interior del museo abarcando la totalidad del caserío Zabalaga, y se podrá visitar hasta el 13 de octubre de 2024.
Además, para celebrar el centenario de su nacimiento, la Fundación Chillida ha organizado una serie de eventos culturales en el museo que van desde conciertos, lecturas e intercambios culturales, hasta un documental sobre este artista universal que se presentará en septiembre en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Mikel Chillida nos anunció también otras dos muestras en San Sebastián, en San Telmo y en Tabacalera, y a final de año una en el museo de arte contemporáneo del País Vasco, en Álava. Para 2025 quedarán otras inauguraciones en Valladolid y en el museo de arte de San Diego, en Estados Unidos.
Imprescindible en el País Vasco
Para quienes visitan el País Vasco, Chillida Leku es una parada obligatoria. Su combinación de arte monumental y paisaje natural ofrece una experiencia única que trasciende la mera observación, invitando a los visitantes a sumergirse en un diálogo continuo entre la obra de Chillida y el entorno que la acoge. En cada rincón del museo, se siente la presencia del escultor, su respeto por la naturaleza y su búsqueda incesante de la armonía entre el hombre y su entorno.
Mayor Información
Chillida Leku
Dirección: Jauregi Bailara, 66, 20120 Hernani, Gipuzkoa, España.
Horario: De martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
Entrada: Desde 14€, hasta 7€.
Por. Elsa Mogollón Wendeborn
Fotografía: Elsa Mogollón Wendeborn