Mar del Plata: sabores y caminos
En verano, en invierno, en otoño o primavera, cualquiera de las estaciones del año son ideales para visitar Mar del Plata, la ciudad balnearia argentina más visitada del país. Está ubicada en la provincia de Buenos Aires, y cuenta con más de 25 kilómetros de playas de arenas doradas que alternan con acantilados. Gastronomía, playas, naturaleza, paisajes, deportes, relax, espectáculos, arquitectura, historia… “La Feliz”, como se la conoce a la ciudad, tiene todo para disfrutar.
El puerto es un buen punto para comenzar la recorrida. Es uno de los paseos tradicionales y además la actividad pesquera es la principal fuente de ingresos de Mar del Plata. Los olores que despiden los barcos y los lobos marinos se sienten por toda la banquina de pescadores. Las barcas amarillentas y anaranjadas le dan un color único y obligan a disparar un par de flashes. También es posible comprar pescado directamente de los barcos. Además, en el puerto se encuentra la Base Naval Mar del Plata, un punto estratégico para las operaciones de control de los espacios marítimos nacionales.
Siguiendo por la rambla hacia el norte está el Torreón del Monje, un ícono mirador de influencias góticas que se construyó en 1904. Actualmente funciona un restaurante y una confitería con terrazas sobre el mar, ideal para tomar algo viendo el atardecer.
En la ciudad existen alrededor de 300 construcciones declaradas como Bienes de Interés Patrimonial por sus valores históricos, y arquitectónicos. Sobre el balneario Bristol se destaca el Casino Central y el NH Gran Hotel Provincial, ambas construcciones inspiradas en el estilo Luis XIII de los edificios de la Plaza Vendôme, en París. El hotel, de 5 estrellas, forma parte de un icónico complejo situado frente al mar, construido en 1946. Cuenta con más de 400 habitaciones distribuidas en 6 plantas. Algunas ofrecen vistas al mar y otros a la ciudad. Además, cuanta con grandes comedores, salas para exposiciones y salones de bridge y lectura. Después de un día largo de playa y caminatas, el spa es ideal para relajarse antes de salir a cenar. Hay una gran variedad de servicios como manicuras, pedicuras, tratamientos faciales y masajes. Tiene dos piscinas cubiertas climatizadas, 2 saunas y una sala de vapor.
Otro de los edificios emblemáticos para visitar en Mar del Plata es Villa Victoria, la casa de veraneo de la escritora, editora y mecenas, Victoria Ocampo, una de las protagonistas de la cultura del siglo XX quien dedicó su vida y obra a promover diálogos interculturales que impulsaron el respeto por la diversidad. La casa fue adquirida en Inglaterra a la firma Boulton & Paul Ltda. Fue construida en 1912, para Francisca Ocampo de Ocampo, tía abuela y madrina de su futura propietaria, y trasladada en barco y armada totalmente sobre una estructura de hierro. Tiene un estilo de diseño inglés. Victoria la heredó en la década del ’20, y alojó a escritores y amigos como: Jorge Luis Borges, Bioy Casares, Roger Callois, Gabriela Mistral, John Saint Perse, Waldo Frank, Enrique Pezzoni, Eduardo Mallea, y María Rosa Oliver, entre otros.
A la hora de llenar el estómago, Lo de Tata es el lugar indicado donde se combina la comida de bodegón tradicional y la gastronomía moderna. Nació en el 2011 en homenaje al abuelo italiano de Lisandro Ciarlotti, quien maneja la cantina junto a dos de sus primos. Es una cantina con recetas familiares, de los abuelos y abuelas que fueron transmitiendo a sus descendientes. Se trabaja con productos locales, sobre todo pescados y mariscos, y unos de sus platos estrellas es el pez limón, de los más difíciles de capturar. También hay ravioles, tortilla de papas babeuse, y milanesa a la napolitana. Los pescados se sirven con limón y a penas especiados, nada de salsas fuertes que tapan los sabores originales. En fin…¡A disfrutar de una ciudad que lo tiene todo!
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Texto y Fotografía. Douglas McDonald
Argentina es un país maravilloso