La brisa del mediodía que corre al pie del imponente Cordón del Plata, y que forma parte de la Cordillera de Los Andes, en el Valle de Uco, provincia de Mendoza, invita a llenarse una copa de vino y disfrutar a pleno del paisaje para relajarse por un tiempo y olvidarse del bullicio de la ciudad. El vino y la naturaleza es una combinación perfecta que reconforta el alma, aunque claro…hay que tomar con moderación.
Arrancar el recorrido por alguna bodega, es lo ideal. Mendoza tiene alrededor de 800 bodegas y produce más del 78% del vino argentino. Por la Ruta Nacional 89, más conocida como la ruta Caminos del Vino, se encuentra la Bodega La Azul, una de las más recomendadas para visitar, y que cuenta con una capacidad de 120.000 litros en tanques de acero inoxidable. Pero lo más tentador es su restaurante, donde se ofrece un menú de pasos maridados con vinos de sus diferentes líneas.
Allí se sirve comida criolla, típica del lugar: Escabeches, empanadas, asado, pastas, y bondiola braseada, son algunos de los platos que se sirven todos los días. Los postres también son una delicia. Además, el lugar cuenta con una casa de huéspedes para quienes quieran pasar la noche con vista a la Cordillera de Los Andes.
Potrerillos es otro de los imperdibles de Mendoza. Es una pequeña localidad ubicada en el departamento Luján de Cuyo. El Dique Potrerillos es un punto de encuentro para los turistas que se quedan horas disfrutando del paisaje, la pesca, y deportes acuáticos. Una de las actividades más concurridas es el rafting por los rápidos del río Mendoza, un río de deshielo que fluye de manera natural hasta llegar al Dique. Las cabalgatas bordeando la Cordillera es otro clásico para no perderse.
A la hora del almuerzo, el Gran Hotel Potrerillos, construido en 1942 rodeado de un imponente paisaje andino, es una parada obligada. Los platos son abundantes y los precios razonables. La vista es impactante y el viñedo propio del hotel forma una combinación perfecta. El hotel cuenta, además, con 34 habitaciones, piscinas, minigolf, y canchas de tenis, fútbol y bochas.
A la noche Mendoza también tiene ritmo, y unos de los puntos de encuentro es la bodega Viamonte, en Lujan de Cuyo, donde a partir de las 19hs se abren las puertas para disfrutar de buena música alrededor de los viñedos. El lugar cuenta con una interesante barra de tragos, y un menú de picadas. Hay que reservar porque su capacidad es limitada.
Otra opción interesante es caminar por la tradicional avenida Arístides, también conocida como la “Calle Shopping”, que cuenta con 191 locales en siete cuadras. Suele ser punto de encuentro de amigos. Ofrece restaurantes, heladerías, ventas de productos regionales, barcitos, y cervecerías.
Para mayor información visita la página de Bodega La Azul
Por. Douglas MacDonald
